Existen muchas maneras de enfocar el desarrollo de la marca personal. En muchos casos, se limita a una campaña muy agresiva durante un periodo determinado. Como cuando, por ejemplo, una persona acaba de perder su trabajo y está buscando uno nuevo. En otros casos más bien se persigue desarrollar una presencia continuada en el tiempo. Es el caso en el que uno quiera convertirse en una referencia en su especialidad y que su presencia en Internet sea la puerta de entrada de ofertas para realizar conferencias, participar en debates o influir en un campo concreto.
Más allá de una mayor o menor duración de la campaña, también hay que tener en cuenta que el proceso de creación de la marca personal depende de la edad. Un joven universitario que todavía no se ha especializado deberá dirigir su actividad de forma muy diferente a la de un profesional, que es una persona clave en su sector.
Obviamente, tampoco seguirán los mismos pasos, por ejemplo, una fashion victim que se especializa en moda vintage o un joven geek interesado en tecnología asiática. O un aventurero que se dedica a viajar por el mundo descubriendo la gastronomía de culturas aborígenes a un entendido de la escena musical underground del Madrid actual.