El Personal Branding y la privacidad

Acostumbrados a escuchar noticias referentes al espionaje entre los líderes mundiales es normal que nos preocupemos por nuestra privacidad. Si bien es cierto que hay personas que no tienen ninguna sensibilidad a los problemas que en un futuro pueden surgir.

Sin necesidad de irse a las más altas esferas del mundo es frecuente que de vez en cuando alguien no necesariamente de forma malintencionada por ejemplo te coja el móvil y te revise tus últimas conversaciones de WhatsApp. También es muy habitual que de vez en cuando salgan a la palestra fotos y vídeos de personas en situaciones incómodas, que suplanten identidades en los diferentes perfiles en las redes sociales, que descubran el historial de búsquedas de alguien, etc. Algunas buenas prácticas en este sentido son:

  1. La defensa física como colocar una pegatina en la webcam o desconectar el micrófono si no lo utilizamos es algo muy válido para frenar el pirateo de nuestros periféricos.
  2. Es fundamental prestar atención a qué redes públicas nos conectamos ya que por los datos que bajamos y subimos desde ellas pueden robarnos información sensible.
  3. El punto anterior también se hace extensible a los equipos públicos en los que se hace primordial cerciorase que se inicia una nueva sesión con el reseteo que conlleva al coger el equipo y cerrar sesión dejarlo.
  4. Actualizar el software aunque tedioso es muy importante ya que las versiones antiguas con el paso del tiempo son más débiles a los ataques.
  5. Usar contraseñas típicas es como no usar contraseña y dejar libre el paso a tus perfiles, las contraseñas robustas tienen que contar al menos con letras mayúsculas, minúsculas y números.
  6. Usar el modo “ventana de incógnito” cuando queramos que nuestras visitas no se queden reflejadas en nuestros historial.
  7. Y aunque se requieren más conocimientos es recomendable comprobar que no tienes instalado malware, fortalecer la configuración de tu wi·fi cambiando periódicamente la contraseña,…

De todas formas no es necesario obsesionarse. Entre no cambiar nuestros hábitos a cerrar todas nuestras cuentas hay que buscar un punto intermedio: hay según qué informaciones que no deben salir del círculo más íntimo, pero como hemos mencionado es positivo mostrar a la sociedad que tienes una vida social, unos hábitos sanos, unas aficiones,… dentro de un orden.

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